No hay nada como acertar a la primera al elegir nuestra bici estática. Por eso lo mejor es informarse antes de las características que suelen tener este tipo de herramientas y evitar así que nos defraude lo que compremos. En esta sección puedes informarte de todas ellas para así elegir justamente lo que necesitas, ni más ni menos.
Te enseñamos todas las características posibles que suelen llevar las bicicletas estáticas y te explicamos para qué sirven. Conociendo todos esos detalles te va a resultar bien sencillo escoger el modelo exacto sin miedo a equivocarte.
Es un disco pesado acoplado al mecanismo de pedaleo internamente, que hacemos girar al pedalear y que dota de cierta inercia al mecanismo. Cuanto más peso tenga más fluido, suave y cómodo será pedalear. Prácticamente lo que intenta es simular la sensación del pedaleo real al montar en una bicicleta normal. Como en situaciones reales al dejar de pedalear la bicicleta aún acumula bastante inercia, éste plato trata de acumular toda esa energía y ofrecer esa misma sensación, y lo logra en mayor medida cuanto más pesado sea y cuanto más desarrollado esté el mecanismo de la bicicleta estática en cuestión.
Para principiantes no es necesario utilizar un disco muy pesado, siendo unos 6 kg quizás lo mínimo para pedalear cómodamente. Quizás si tienes pensado utilizar la bicicleta dos o tres días a la semana te venga mejor uno disco de inercia de unos 10 kilos o algo más. Menos de 4 kilos seguramente no te ofrezca una sensación muy buena, aunque aún así puede ser valido para gente mayor que tan solo quiera mejorar su movilidad sin llegar a un entrenamiento cardiovascular muy grande.
Si no eres ciclista y tan solo quieres mejorar tu rendimiento físico, con unos 8 kilos es suficiente. Hasta 15 kilos sería lo óptimo para gente acostumbrada a la bicicleta y con pretensiones de mejorar aún, pasando ya a pesos por encima de los 15 kg para los más frikis y experimentados, con un uso ya profesional.
Dar vueltas simplemente a unos pedales como si a bicicleta estuviera en el aire, además de no ofrecer mucha resistencia como para hacer ejercicio, da una sensación bastante poco agradable, pues se embala el sistema sin apenas aplicar esfuerzo.
Para evitar esto y dotar al mecanismo de cierta resistencia o freno, que es lo que buscamos, e incluso para poder graduar el esfuerzo que tenemos que aplicar al pedalear, las bicicletas estáticas cuentan con distintos mecanismos que vamos a ver:
El disco de inercia del mecanismo se frena con unas zapatas para ofrecer más resistencia. Es más económico que el resto de sistemas
El inconveniente de este sistema es que, al estar originado por el rozamiento de unas piezas con otras, supone a la larga un desgaste de elementos que algún día habría que sustituir, y un ruido de rozamiento que seguramente no deseemos en casa. Es por eso que este sistema no suele usarse en bicicletas estáticas más modernas.
El disco de inercia es frenado a través de un sistema de imanes, sin que haya roce entre éstos y el disco, por lo que no hay desgaste de los mismos ni ruidos de rozamiento apreciables que provengan de este sistema. Además resulta más suave que con el mecanismo de resistencia manual que puede ser algo más brusco.
La bicicleta está dotada de un pequeño ordenador que controla la cantidad de electricidad que envía al electroimán, y que a su vez frena el disco de inercia. La cantidad de resistencia que ofrece el mecanismo es más sencillo de configurar y más preciso y cómodo, siendo igual de silencioso que en el caso de la resistencia magnética.
Algunas bicicletas estáticas tienen instalado un pequeño ordenador equipado con un pulsómetro para controlar el ritmo del corazón al realizar ejercicio sobre ellas.
A través de una pantalla digital puedes ir viendo tu ritmo cardíaco, que conoce gracias a algunos sensores que suelen ir instalados en el manillar y que miden tu pulso cuando están en contacto con tus manos.
Otras más modernas se conectan a pulsómetros de pecho que puedes colocarte con alguna cinta, y el ritmo cardíaco es enviado al controlador u ordenador de la bicicleta estática vía inalámbrica.
Cada vez más, las bicicletas estáticas de gama media y alta están complementadas con aplicaciones que permiten hacer seguimiento del ejercicio realizado o incluso proponer y guardar datos de ciertos retos o programas de entrenamiento. Pueden simular subidas y bajadas del terreno aumentando y disminuyendo la resistencia que controlan gracias a la regulación del disco de inercia o incluso mostrarte en una pantalla el paisaje por el que vas paseando.
También puedes configurarte un límite para tu ritmo cardíaco y el sistema regulará a resistencia para nunca sobrepasarlo, aprovechando que va midiendo tus parámetros vitales en todo momento.
Sistemas más avanzados guardan tus recorridos anteriores de modo que puedes competir contra ti mismo, contra ejercicios grabados que has hecho antes, ayudándote a mejorar tus propias marcas.
En algunos modelos es posible además de hacer programas dirigidos, competir contra otros usuarios en tiempo real.
Kinomap, permite competir contra otras personas, definir las rutas con Google Maps y verlas desde el móvil o tele, variar la dureza con la pendiente.
Aunque en un primero momento tratemos de buscar las dimensiones mínimas para que no nos ocupe mucho espacio en casa o en el lugar donde tenemos pensado hacer ejercicio con ella, no podemos olvidar que a menor peso seguramente tenga también menos estabilidad. Es un factor muy a tener en cuenta especialmente si queremos hacer ejercicio a alta velocidad. Todo dependerá de luso que tengamos pensado darle y a la vez del espacio del que dispongamos, o de si tenemos pensado transportarla o dejarla más o menos fija en un lugar.
Cada persona es un mundo y es muy importante sentirnos cómodos cuando hacemos ejercicio sobre una bicicleta estática. Es por eso que cuantas más opciones de regulación tenga la bicicleta, mejor podremos adaptarla a nuestra fisionomía y mejor nos encontraremos al hacer ejercicio.
Las regulaciones más importantes son obviamente la altura del sillín y la postura del manillar. Lo ideal es que el sillín pueda regularse tanto en altura como horizontalmente para acercarlo o alejarlo del manillar, y a su vez que el manillar pueda tanto elevarse en altura como girarse o inclinarse hacia nosotros.
El respaldo se recomienda mucho especialmente si se tienen problemas de espalda. Anchura del sillín Lo hace más cómodo y estable, especialmente para personas corpulentas. Los hay con tecnología de cámara de aire (airsoft)
Base antideslizante, correa de sujeción, cerrado en la puntera…
Para principiantes, medio o profesional
Especialmente si la vas a utilizar con poca luz.